Siguiendo muy de lejos el intento de moción de censura al ministro de agricultura Andrés Fernández, me quedo perplejo por el grado de desfachatez al que ha llegado este personaje durante los debates realizados en relación a las irregularidades de Agro Ingreso Seguro y en sus declaraciones después de la fallida moción de censura. Definitivamente no importa el tamaño del escandalo, simplemente en nuestro país no hay repercusiones, no pasa nada; y no es que se tenga que comprobar en el caso del ministro Fernández una actuación activa en la asignación de subsidios de manera irregular, el hecho es que al estar al frente de la cartera de agricultura su responsabilidad es mayor pues habría que ser muy ingenuos al no prever que en nuestro país no haya personas que intenten apoderarse de recursos del estado de manera indebida. Si una situación similar hubiese ocurrido en Corea del Sur, este funcionario habría renunciado de manera inmediata ante el escandalo y hasta podría haber llegado a cometer suicidio.
Desafortunadamente en nuestro país nadie renuncia, no lo hizo Samper por el proceso 8000, Santos por los llamados "falsos positivos", Rojas Birry por sus relaciones con DMG y tampoco lo hará el Ministro Fernández
